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19 nov 2015

Como quiera cuando quiera

Un pequeño, minúsculo y ridículo niño vive en las páginas de los libros. Le gusta ocultarse detrás de las palabras. Se las conoce como podemos conocer nosotros nuestro nombre o la calle en la que vivimos, o el nombre de la margarita o el nombre del pino negro, aunque aquí podríamos decir que se las conoce mejor que nootros conocemos esos nombres.
Su vida es ir de palabra en palabra haciendo cabriolas, volteretas o el pinopuente, si bien es cierto que en las metáforas de vez en cuando pone cara de sorprendido. No tiene nombre porque él se puede llamar como quiera cuando quiera. Ahora está durmiendo detrás de este punto: .

3 comentarios:

Popi dijo...

Y sueña que los errores tipográficos invaden su vida. Y pasa mucho miedo. Hasta que despierta y entiende que todo era una pesadilla, que la ese en nosotros está en su sitio.

Granito dijo...

Nootros, no-otros, otros no..., yo. O tú, y el niño asombrado por esta metáfora...

Susana dijo...

ay popi, despierta hombre que se puede dormir un poco pero no una siesta eterna emm, saluditos de una jotera perdida jejejeje