Un pequeño, minúsculo y ridículo
niño vive en las páginas de los libros. Le gusta ocultarse detrás
de las palabras. Se las conoce como podemos conocer nosotros nuestro
nombre o la calle en la que vivimos, o el nombre de la margarita o el
nombre del pino negro, aunque aquí podríamos decir que se las
conoce mejor que nootros conocemos esos nombres.
Su vida es ir de palabra en palabra
haciendo cabriolas, volteretas o el pinopuente, si bien es cierto que en las metáforas
de vez en cuando pone cara de sorprendido. No tiene nombre porque él
se puede llamar como quiera cuando quiera. Ahora está durmiendo
detrás de este punto: .